![]() J.Mateo escucha Camela cada dia de dos a cinco horas seguidas |
Su extremada pasión por el grupo madrileño
de tecno-rumba, Camela, hace sufrir tanto a sus padres que le sometieron
a tratamiento psicológico.
El vecino de Sol i Padrís, Jordi Mateo López, 17 sigue bien sus estudios de electrónica, pero el resto de su vida está dramáticamente estigmatizada por Camela. |
"Un dia, porque alguien me movió un centímetro
un CD de Camela, me enfadé tanto que me marché de casa"
--¿Cómo fue el tratamiento psicológico?
--Mis padres estaban preocupados y me enviaron a la piscóloga.
Después de cuatro sesiones, me recetó medicamentos y me dijo
"Camela para ti no es un grupo, sino una efermedad".
--¿Y con eso te curaste?
--No. Yo ya sabía que me diría algo así. A pesar
de eso, sigo.
--Las enfermedades hacen sufrir.
--A mi Camela me hace sufrir. Sufro porque algun dia les pase algo.
Y (muy serio) es muy fuerte decirlo, pero si alguna vez mueren en accidente
de furgoneta por esas carreteras, yo me mataría para que me llevaran
a enterrar con ellos.
--¡Pero niño qué estas diciendo!
--Lo haría, seguro. Parece que he nacido para ellos y moriré
para ellos.
--¿Qué solucionas matándote?
--Nada, pero ¿qué iba a hacer en este mundo sin Camela?
--¿Y si se separan?
--No puedo ni imaginarlo.
--O sea que realmente es una enfermedad.
--Claro. Si yo eso ya lo sé. Tengo una obsesión tan grande
que una vez vi que alguien me había movido un centímetro
un disco de Camela y me enfadé tanto que me marché de casa.
--Si yo ahora voy a tu cuarto y te toco un disco de Camela.
--Si usted me toca cualquier cosa de Camela, no le mataba (sonriendo)
pero vamos...
--Y ahora vas poniendo papelitos por las farolas para crear el Club
de Fans.
--Y en sólo una semana ya me han escrito 40 personas. He pedido
a Madrid ser club oficial y, si nos dicen que sí, seremos el quinto
de España y segundo de Catalunya después de Cerdanyola.
--¿El presidente del club de Cerdanyola está tan camelado
como tu?
--No. No tiene la fiebre tan alta.
--¿Quiénes te han escrito?
--Chicos y chicas de 9 a 23 años, todos de Sabadell.
--¿Por qué arrastra tanto Camela?
--Acaban de ser número 1 en ventas con el último disco
"Corazón indomable", muy por delante de las Spice Girls y Michael
Jackson.
--¿Sabes que mucha gente ni sabe qué es Camela?
--Sí, me he enterado estos dias poniendo los carteles. En algunas
tiendas me preguntaban qué era. Me ha sorprendido mucho.
--Cuéntame ¿quiénes son?
--Miguel Angel, Angeles y Dioni son tres amigos de San Cristóbal
de los Angeles, de Madrid, que inventaron la tecno-rumba y empezaron vendiendo
sus propias cintas por las gasolineras. Han grabado cuatro CD y ocho cintas
y hoy triunfan en toda España.
--¿Salen por televisión?
--Ya lo creo. En "Sorpresa Sorpresa", "Cita con la Vida", "Risas y
estrellas", "Qué me dices", "Hoy es posible"...lo tengo todo grabado.
--¿Cómo te cogió la fiebre?
--Hace seis años, en el pueblo de Badajoz, Valverde de Leganés,
escuché "Bella Lucía" cuando aun no tenían fama
y me gustó.
--¿Has hablado alguna vez con ellos?
--Sí. El 24 de agosto de 1996, hablé con Dioni a través
de una valla de protección en Isla Fantasía. El 10 de marzo
vinieron a El Corte Inglés de Sabadell a firmar disco y yo, para
impresionarles, me puse una camiseta de ellos estampada por mí y
ya se fijaron un poco. Y este 12 de julio actuaron en Viladecavalls y Dioni
ya me reconoció. Me gustó mucho que una gente tan famosa
se acordara de mi y les regalé un libro de su vida.
--¿Hecho por ti?
--Sí de 150 páginas y 20 fotos. El 23 de agosto
volverán a Isla Fantasía. A ver si me reconocen.
--Hay pósters de Camela por toda la casa.
--Menos en el dormitorio de mis padres que no me dejan.
--¿Y esa pizarra con sus nombres?
--Es para practicar las firmas de los tres. Ya me salen perfectas.
--¿Escuchas mucho sus discos?
--De dos a cinco horas cada dia. Seguidas por supuesto. Me sé
las letras de sus 54 canciones de principio a fin y las canto en mi grupo,
MAyD, que significa Miguel Angel, Angel y Dioni.
--Tu madre está preocupada.
--Sí y a mi novia. Pero ya llevo seis años y saben que
tienen que aceptarme así, tienen que soportarlo aunque no quieran.
--Muy fatalista, ¿no?
--A mi esto ya no se me pasa. Ya no me gusta ni música mákina,
ni rock, ni nada. Sólo Camela.
--Una ciudad, dos culturas.